viernes, 7 de mayo de 2010

Pensamiento Vs Presente


Sinceramente, no sé qué hubiera sido de mí, de no haber leído un día esta revelación, o mejor dicho, 'no sabría lo que es de mí', independientemente de lo que esto sea, pues sorprendentemente es relevado a un segundo lugar, por debajo de la consciencia de uno mismo.

Me alegro enormemente de poder compartirlo hoy con todos ustedes:


"Pensar se ha vuelto una enfermedad.

La enfermedad ocurre cuando las cosas se desequilibran. Por ejemplo, no hay nada malo en que las células se multipliquen y dividan en el cuerpo, pero cuando este proceso continúa sin tener en consideración el organismo total, las células proliferan y tenemos una enfermedad. Nota: la mente es un instrumento magnífico si se usa correctamente. Utilizada en forma inadecuada, sin embargo, se vuelve muy destructiva. Para decirlo en forma más exacta, no es tanto que usted la utilice inadecuadamente, generalmente usted no la utiliza en absoluto.

Ella lo utiliza a usted.

Esa es la enfermedad. Usted cree que usted es su mente. Ese es el engaño. El instrumento se ha apoderado de usted.

- No estoy del todo de acuerdo. Es cierto que tengo muchos pensamientos inútiles, como la mayoría de las personas, pero todavía puedo escoger usar mi mente para lograr cosas y lo hago todo el tiempo.

Sólo porque puede resolver un crucigrama o construir una bomba atómica no quiere decir que usted use su mente. Así como a los perros les encanta roer huesos, a la mente le encanta hincarle el diente a los problemas. Por eso hace crucigramas y construye bombas atómicas. Usted no tiene interés en ninguna de estas dos cosas. Déjeme preguntarle esto: ¿Puede liberarse de su mente a voluntad? ¿Ha encontrado el botón de apagar?

- ¿Usted se refiere a dejar de pensar completamente? No, no puedo, excepto quizá por un momento.

Entonces la mente lo está usando.

Usted está identificado inconscientemente con ella, de forma que ni siquiera sabe que es su esclavo. Es casi como si usted estuviera poseído sin saberlo y por lo tanto toma a la entidad que lo posee por usted mismo. El comienzo de la libertad es la comprensión de que usted no es la entidad que lo posee, el que piensa. Saber esto le permite observar a esa entidad.

En el momento en que usted empieza a observar al que piensa se activa un nivel más alto de conciencia. Entonces usted comienza a darse cuenta de que hay un vasto reino de inteligencia más allá del pensamiento, que el pensamiento es sólo un minúsculo aspecto de esa inteligencia. También se da cuenta de que todo lo que importa verdaderamente - la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interior - surgen de un lugar más allá de la mente.

Usted comienza a despertar.

- ¿Qué quiere usted decir exactamente con "observar al que piensa"?

Cuando alguien va al médico y dice: "Oigo una voz en mi cabeza" probablemente lo remitirán a un psiquiatra. El hecho es que, de forma muy similar, prácticamente todo el mundo oye una voz, o varias voces, en su cabeza, todo el tiempo: los procesos involuntarios de pensamiento que usted no se da cuenta que puede detener. Los monólogos o diálogos continuos.

Usted probablemente se ha cruzado en la calle con "locos" que hablan o murmuran para sí mismos incesantemente. Bueno, esto no es muy diferente de lo que usted y otras personas "normales" hacen, excepto por el hecho de que usted no lo hace en voz alta.

La voz comenta, especula, juzga, compara, se queja, acepta, rechaza, y así sucesivamente. La voz no es necesariamente relevante para la situación en la que usted se encuentra en ese momento; puede estar revisando el pasado reciente o lejano o ensayando o imaginando posibles situaciones futuras. En este caso, frecuentemente imagina resultados negativos o problemas; este proceso se llama "preocuparse". A veces esta pista de sonido va acompañada por imágenes visuales o "películas mentales".

(...)

Lo bueno es que usted puede liberarse de su mente. Esa es la única liberación verdadera. Usted puede dar el primer paso ahora mismo. Empiece por oír la voz de su cabeza tan a menudo como pueda. Preste atención especial a cualquier patrón de pensamiento repetitivo, esos viejos discos que han sonado en su cabeza quizá durante años.

Eso es a lo que llamo "observar al que piensa", que es otra forma de decir: escuche la voz de su cabeza, esté allí como si fuese un testigo.

Cuando usted escuche esta voz hágalo imparcialmente. Es decir, no juzgue. No juzgue o condene lo que oye, porque hacerlo significaría que la misma voz ha vuelto a entrar por la puerta trasera.

Pronto empezará a darse cuenta de esto: está la voz y estoy yo escuchándola, observándola.

Esta comprensión del Yo soy, esta sensación de su propia presencia, no es un pensamiento. Surge más allá de la mente.

Así pues, cuando usted escucha un pensamiento, usted es consciente no sólo del pensamiento, sino de usted mismo como testigo de él. Ha aparecido una nueva dimensión de conciencia. Mientras oye al pensamiento usted siente una presencia consciente - su ser más profundo - más allá o debajo del pensamiento, como quien dice. El pensamiento entonces pierde su poder sobre usted y rápidamente se calma porque usted ya no le da energía a la mente por medio de la identificación con ella.

Este es el comienzo del fin del pensamiento involuntario y convulsivo.

Cuando un pensamiento pierde fuerza, usted experimenta una discontinuidad en la corriente mental, una brecha de "no mente". Al principio las brechas serán cortas, unos segundos tal vez, pero gradualmente se harán más largas. Cuando ocurren esas rupturas usted experimenta cierta quietud y paz dentro de usted. Es el comienzo de su estado natural de percepción de la unidad con el Ser, que generalmente está oscurecida por la mente.

(...)

No se trata de un estado de trance, en absoluto. Aquí no hay pérdida de conciencia, es todo lo contrario. Si el precio de la paz fuera una disminución de su conciencia y el precio de la quietud una falta de vitalidad y estado de alerta, no valdría la pena tenerlas. En este estado de unión interior, usted está mucho más alerta, más despierto que en el estado de identificación con la mente.

Usted está completamente presente.

(...)

En su vida diaria, usted puede practicar esto tomando una actividad rutinaria que normalmente es sólo un medio para un fin y préstele su más completa atención, de modo que se convierta en un fin en sí misma.

Por ejemplo, cada vez que usted suba y baje las escaleras en su casa o en su lugar de trabajo, ponga mucha atención a cada paso, a cada movimiento, incluso a su respiración. Esté totalmente presente. O cuando se lave las manos, preste atención a todas las percepciones sensoriales asociadas con la actividad: el sonido y tacto del agua, el movimiento de sus manos, el aroma del jabón y así sucesivamente. O cuando suba a su automóvil, después de cerrar la puerta haga una pausa de unos segundos y observe al flujo de su respiración. Hágase consciente de una sensación de presencia silenciosa pero poderosa.

Hay cierto criterio por el que puede medir su éxito en esta práctica: el grado de paz que siente interiormente.

Así pues el único paso vital en su camino hacia la iluminación es este: aprenda a dejar de identificarse con su mente. Cada vez que usted crea una brecha en el fluir de la mente, la luz de su conciencia se vuelve más fuerte.

Un día puede que se sorprenda a sí mismo sonriendo a la voz de su cabeza, como sonreiría ante las travesuras de un niño...
"


Eckhart Tolle
"El poder del ahora"

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