Pensar Vs Pensar-se
El tiesto y los tréboles
El sufrimiento es útil hasta que nos damos cuenta de su inutilidad.
Todo pensamiento dirigido hacia el exterior puede ser superado en eficacia
por cualquiera de los introspectivos, y estos subyacen a su vez
al pleno convencimiento de este orden de jerarquía.
Debemos ser como la planta que atraviesa el tiesto
y se aloja en él voluntariamente.
15 comentarios:
Fantastica imagen Buscador, pero lo más sublime es el texto...la siembra siempre florece aunque estén rodeada de abrojos...
Buen fin de semana!
Un abrazo
¿tu hiciste esto? quiero decir deliberadamente sembraste una semilla de trebol y la pusiste debajo de un macetero o por coincidencia capturarste ese momento y lo inmortalizaste en bits
sea cual sea la posibilidad la imagen no me deja de sorprender cada vez que la miro
buen trabajo buscador
un abrazo
Como una planta que crece y cada vez sus raices se adentran más en el interior del corazón.
Besos y susurros dulces
Excelente reflexión.
Siempre me sorprendieron esas plantitas verdes, que crecen en un piedra, sin nada "aparentemente" nutritivo, es como que se abren paso solitas...sin sufrir...sólo por crecer!
Besos.
Hola
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Gracias Eurice, fiel compañera.
Y aún en la siembra, hay diferentes formas de madurar y florecer.
Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.
Hola JUGUETE,
no, no lo hice. La capturé con la cámara y punto. Fué una coincidencia, o al menos lo parece.
Estoy convencido que incluso ahora, me rodean cientos de señales como ésta. Sólo es preciso convercerse de ello... y mirar.
Un fuerte abrazo, amigo.
Hola Yemaya,
bonita analogía la que haces.
Esta planta, hundió sus raíces en lo profundo y eligió el lugar que le había tocado.
Besos.
Hola ADRIANA,
y qué decir sobre aquellas que crecen entre grietas de hormigón... ¡¡¡es lo que más me gusta de la ciudad!!!
Besos.
Gracias FELICIA, por tu invitación.
Creo que si observáramos más lo que nos rodea, esas pequeñas cosas, esos pequeños detalles que 'están' aunque no los percibamos..., no dejaríamos de asombrarnos, nos sentiríamos más cercanos, más reflexivos, más... vivos.
Ayer mismo, cuando daba un paseo después de comer, haciendo tiempo para volver a incorporarme a mi trabajo, observé un niño de unos cinco años que sostenía entre sus deditos una hoja de árbol otoñal, con un gesto en su rostro difícil de olvidar: había admiración, embelesamiento, dulzura y curiosidad, todo era notorio a mis ojos, de por sí, frágiles a la emotividad...
Sufrir es inevitable e incluso necesario para advertir y valorar la felicidad, el mérito está en saber dosificarlo.
Un abrazo.
Geles
Hola GELES,
seguro que en el gesto del niño no había más dulzura y embelesamiento que en tu comentario, no menos frágil a la emotividad.
Valorar la felicidad... normalmente valoramos lo que no tenemos.
Sin duda hablas del sufrimiento útil, que sí que existe por supuesto, aunque me muestre tan radical en este post.
Advertir... ¿qué tal el sufrimiento inútil?
Advertir... creo que con eso basta.
Un fuerte abrazo.
Bus!!!!!!!!!!!!
Hola...
Vine a visitarte.
:)))
Estoy dando unas vueltitas por tus letras que me gustan tanto...y la música...
;)
Hola ROWEN !!
Qué sorpresa !!
Gracias siempre y bienvenida.
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