Confesiones de un miope
Sierra de Cazorla - Jaén.
Bendita ceguera confieso, miopía del mundo que habito y doble visión se me otorga: vida y situación vital… ¡qué disparate mortal, confundir la una con la otra!
Despejando voy cuantas dudas vienen, las acepto como tales… ¿qué pensabas?, como aceptar quisiera males, ventura, vida y muerte…
Horas que veo pasar, las saludo alegremente. Aferrarme a ellas no quiero, ni incendiar su marcha. Amigas de mis pupilas, amigas de mi alma…
Secuestrado en cavilaciones, les dirijo la mirada. Como luz crepuscular que el atardecer quiebra, observadas no resisten, se disuelven en la nada.
Diálogos de mi mente, intenciones para conmigo, sentimientos que derraman, cómo ella los devora y de argumentos se engrandece… que a todos me suscribo. Mas la presa se volvió escasa, que mis ojos, a buena hora, también reclaman…
Entretanto ‘solo’ obtengo soledad y aburrimiento. Afino la vista pues y ‘solo’ con él me hallo y de soslayo… me entretengo.
Y al acabar la confesión, aún escondo una treta. Velada en la pregunta “¿y ahora qué?” una última argucia espera. Confirmada la regla pues… y silencio por respuesta.
Bendita ceguera confieso, y gran hallazgo me muestra: que viendo a ese que siempre soy, no era entonces, quien antes viera…
Bendita ceguera confieso, miopía del mundo que habito y doble visión se me otorga: vida y situación vital… ¡qué disparate mortal, confundir la una con la otra!
Despejando voy cuantas dudas vienen, las acepto como tales… ¿qué pensabas?, como aceptar quisiera males, ventura, vida y muerte…
Horas que veo pasar, las saludo alegremente. Aferrarme a ellas no quiero, ni incendiar su marcha. Amigas de mis pupilas, amigas de mi alma…
Secuestrado en cavilaciones, les dirijo la mirada. Como luz crepuscular que el atardecer quiebra, observadas no resisten, se disuelven en la nada.
Diálogos de mi mente, intenciones para conmigo, sentimientos que derraman, cómo ella los devora y de argumentos se engrandece… que a todos me suscribo. Mas la presa se volvió escasa, que mis ojos, a buena hora, también reclaman…
Entretanto ‘solo’ obtengo soledad y aburrimiento. Afino la vista pues y ‘solo’ con él me hallo y de soslayo… me entretengo.
Y al acabar la confesión, aún escondo una treta. Velada en la pregunta “¿y ahora qué?” una última argucia espera. Confirmada la regla pues… y silencio por respuesta.
Bendita ceguera confieso, y gran hallazgo me muestra: que viendo a ese que siempre soy, no era entonces, quien antes viera…
24 comentarios:
Mucho que pensar...
mucho por reconocer.
Quedaré parada frente al espejo de mi propia alma.
Besos,
me gustó mucho Bus.
: ))
Un viejo refrán decía...
"No hay más ciego que el que no quiere ver"
aunque en este bello texto la observación supera a la visión.
Abrazos Buscador
Parecen "cantos desde mi celda"...
reflexión, búsqueda... ser testigo y no hacedor, sólo un amoroso testigo.
Un abrazo con mucho cariño, Bus
¡Realmente bonito! provocas a una verdadera y meditada reflexión, es verdad que no solo somos ciegos de los ojos sino del alma....Gracias.
Besotes.
Abre los ojos a la realidad. Hay muchas cosas que ver, muchas cosas que admirar y mucho por lo que disfrutar.
Besos y susurros con dulce mirada
yo se, es duro, no poder nisiquiera distingir lo que es real y lo que solo esta en nuestra mente, que para esto ultimo no se necesita ser ezquisofrenico solo no saber y sacar conclusiones erroneas que nos llevan a lo mismos lugares. creo que es algo con lo que solo se deber aprender a vivir.
un abrazo amigo
Deambulamos miopes hasta encontrarnos en el espejo...
;-))))))
"Lo escencial es invisible a los ojos"
Antoine de Saint-Exupéry
Te dejo un beso.
Hola AGLAIA,
cuando nos paramos es cuando abandonamos el espejo.
Todo depende del cristal al que se mira.
Besos.
Hola ROWEN,
¿qué te gustó tanto en este post?
Hola ADRIANA,
ni más feo ni más guapo me quiero ver... sino más ciego, tanto como soy.
Besos.
Hola ANGELINA,
ciertamente no somos nosotros los hacedores, lo es nuestra visión de sí mismos...
Besos.
Sin duda YEMAYA,
pero conscientes de que todas esas cosas fascinantes tienen su contrapartida... por ley.
Más que interpretar sinfonías a trozos, prefiero comprender el contraste de su totalidad.
Esa es mi realidad.
Besos.
Hola JUGUETE,
perdona que te diga, pero curiosamente distingues extremadamente bien aquello de lo que eres capaz y lo que no. Deberías darte cuenta de que a pesar de la alexitimia puedes ver muy bien dónde están tus limitaciones.
Ahora dime: ¿son reales o sólo están en tu mente?
Me temo que tu conciencia del problema es tu peor enemigo.
Más hace el que quiere que el que puede (y me consta que quieres).
Animo amigo, y un fuerte abrazo.
Hola SOY,
...y frente al espejo, nos entretienen los recuerdos, los deseos, la belleza o fealdad de todo aquello que no somos.
Besos.
Exacto RED,
y por eso es esencial reconocer nuestra ceguera, primero.
Otro beso para tí y feliz semana.
Gracias SUSANA, bonito el comentario.
Nada aporta más visión que la ceguera, cuando se hace consciente.
Besos.
Yo sólo quería hacer una observación rápida de decir que me alegro de haber encontrado tu blog. Gracias
Bienvenido ANÓNIMO.
Un saludo.
Este post bién podria ser el resumen del ocaso de la mirada.
saludos
En efecto, LOLA, ni más ni menos.
Y aunque tal vez todos lo sean, nunca nadie se percató.
Gracias.
En ese momento no sé...
Ahora nada.
Supongo que la música de tus palabras.
Una amiga obsecuente tal vez..
: ))
Hola de nuevo ROWEN,
gracias entonces por tu obsecuencia y tu sinceridad.
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