miércoles, 20 de marzo de 2013

En órbita


Puesto que me encuentro en órbita y sin embargo lo sé, continúo dándole vueltas al tema que considero más trascendental y que, sin embargo, lo es.
.. .  .    .
Normalmente utilizo métodos indirectos de expresión, como fábulas y otras fruslerías, pero a decir verdad, ya me estoy hartando.
.. .  .    .
Pregúntale a tu mente si tiene un rato para 'malgastarlo' leyendo estupideces. Tal vez te diga que sí, por cortesía. Al menos luego, le podrás argumentar que se lo advertiste... y quién sabe, porque igual hasta te deja hacer el silencio, poner la musiquita y respirar profundamente entre párrafo y párrafo...
.. .  .    .
Comenzaré por decir que me parece muy curioso el movimiento ondulatorio de los estados de ánimo, pero aún me lo parece más, la indiferencia de la mayoría de la gente por comprender los procesos reales involucrados en este vaivén, más allá de tratar de cambiar los factores externos aparentemente responsables o alejarse de ellos.
.. .  .    .
Si bien tales factores externos podrían ser considerados en buena medida como desencadenantes del sufrimiento psicológico, a menudo son ignorados los filtros mentales a los que sometemos nuestras percepciones y experiencias del mundo en el que vivimos.
.. .  .    .
Tanto es así, que nuestro control mental, cuando verdaderamente existe, se limita a buscar el modo de prolongar los momentos de satisfacción y a reducir en lo posible las penurias e incomodidades que sentimos.
.. .  .    .
Error mayúsculo, como ninguno.
.. .  .    .
Para que se me entienda, me vas a permitir que compare al ser humano con una olla con patas, repleta de pólvora y metralla, de la que se desprende una mecha atada al suelo.
.. .  .    .
Huimos del fuego, y procuramos frecuentar humedales donde no se prenda la pólvora, e incluso a veces pagamos a otros para que nos lleven de la mano allá donde se encuentran (donde están hoy, que no mañana). Y sin embargo, en cada nuevo desplazamiento, la mecha se torna más y más larga...
.. .  .    .
Es justo aquí donde surge el concepto de inmovilidad...
.. .  .    .
Y no me resulta menos curiosa la reacción de espanto de nuestra mente, cuando consideramos esa inmovilidad como opción válida.
.. .  .    .
Eres inteligente... ¿recuerdas?
.. .  .    .
Pero NO en tu propio beneficio.
.. .  .    .
¿A qué beneficio me refiero entonces?
.. .  .    .
Depende de a quién me dirijo cuando hablo de ti...
.. .  .    .
Os pido a vos que me permitan otro símil para entrar en calor, que se arraigue a sus entrañas...
.. .  .    .
Resulta ahora que tu mente es un satélite posicionado en cierta órbita, alrededor de la tierra. Tú tienes los pies en el suelo, al menos, literalmente hablando. Tu satélite ha sido diseñado para acaparar la mayor cantidad de información posible y para ello, dispone de propulsores de posicionamiento, de forma que le permitan situarse en zonas de visibilidad.
.. .  .    .
Y es aquí donde surge el problema, porque los espacios de mayor cobertura no están siempre en el mismo lugar...
.. .  .    .
Para ello, el satélite acelera y frena a su antojo, en pro de satisfacer su objetivo. 
.. .  .    .
Cuando acelera, alcanza más rápidamente las zonas hábiles pero igualmente, con más rapidez las abandona, al tiempo que la fuerza centrípeta generada le distancia más y más de la tierra, allá adonde sólo llegan los ecos de los ecos de los conceptos que una vez brotaron de alguna que otra percepción verdadera... 
.. .  .    .
Por contra, también puede frenar... Ni que decir tiene, que así se reduce su margen de maniobra y para colmo, al descender, se acerca irremediablemente a lo que más teme... su propia aniquilación.
.. .  .    .
¿Qué alternativa queda?
.. .  .    .
Ninguna, sobre todo cuando sigues ignorando el 'modus operandi' de tu masa gris, cuando te sientes mente, cuando crees orbitar libremente y por ende, piensas con la mente que el control es tuyo...
.. .  .    .
Por desgracia, somos (o al menos lo es aquello que creemos ser), demasiado inteligentes para comprender esto.
.......... .......... ..... ..... .... ... .. . . . .  . .  . .  .  . .  .  .  . .  .  .   .  .   .    .    .     .     .        .     .           .              .

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Te leí con mucha atención, pero creo que mi masa gris está demasiado lenta para seguir tus conceptos... ¿será que soy demasiado inteligente para comprenderte? ¿O estoy en caos total?
Te dejo un abrazo, bonita noche!

Blogger Templates by OurBlogTemplates.com 2008